martes, marzo 04, 2008

Renacer

Mis sueños traen comúnmente atisbos de una realidad cercana. He tenido premoniciones muy agradables y otras que me llevaron directo a la época más triste de mi vida. He compartido mis sueños con mis seres queridos que se han marchado. He soñado con empleos futuros y estos sueños me han dado la esperanza y la tranquilidad de saber qué es lo que me espera.

Castaneda le llama el Arte de Ensoñar y lo practiqué hasta que me di cuenta de lo injusto que era en una relación tener esa información "de más".

Hace unos días, el 9 de febrero probablemente, tuve uno de los momentos de ensueños más maravillosos. Soñé/anticipé el momento inmediatamente posterior a mi muerte. Desperté con esa claridad, esa levedad y esa alegría que ahora sé que caracterizan el renacer posterior de esta vida.

En ese momento entendí por qué muchas personas que pasan por el trance de la muerte no quieren revivir. Es difícil dejar atrás esa sensación de paz, amor, alegría y satisfacción que te inunda al pasar de un plano al otro. Sentí esa comunión con mi ser superior y me sentí totalmente integrada al universo.

Agradezco a la Divinidad estar viva, disfruto plenamente el sueño que hicimos realidad al estar aquí, el tener el amor y la compañía de estos seres maravillosos que son parte de mi familia, pero también sé que la transición al siguiente estado de Conciencia será un despertar increíble, libre de ataduras físicas y emocionales.

Y aunque tengo muchas cosas por vivir, estoy segura que disfrutaré tanto mi estancia aquí como mi llegada allá.